Hoy se ha estrenado en Japón el episodio 128 de Dragon Ball
Super y, como siempre, aquí os traemos el análisis completo
del capítulo. El Torneo del Poder está a punto de finalizar, solo
quedan 3 minutos para que se conozca al ganador y nadie saber qué universo
saldrá triunfante. Lo que sí sabemos es que Goku y Vegeta lo
están pasando mal, MUY MAL.
El capítulo comienza con el combate final entre Vegeta y Jiren. El
saiyan, que aún se tiene en pie a diferencia de Goku, decide atacar al guerrero
del Universo 11 con su último aliento. Impresiona ver al marido
de Bulma en ese estado, recibiendo golpes por doquier y sin ninguna
sensación de peligro. ¡No puede ni convertirse en Super Saiyan! Por
fin, algo de coherencia en el ámbito energético en el torneo.
Jiren intenta sacarlo de la arena con un puñetazo, pero Vegeta se aferra
a una grieta rocosa que le permite seguir en el torneo. Es entonces cuando los
recuerdos de su familia, la razón por la que ha venido a luchar al torneo,
afloran por todo su ser. Bulma, Trunks y Bra son la razón
de su existencia, el motivo para volver a levantarse y luchar contra Jiren,
aunque sea inútil.
Vegeta vuelve a recibir una paliza por parte del justiciero, llegando a
perder la visibilidad del ojo izquierdo. Entonces, lleno de rabia e impotencia,
Vegeta nos sorprende con sus palabras: ¡Incluso si no puedo ganar, no
importa, siempre y cuando mi universo lo haga! El saiyan nos demuestra
con esta sentencia que su familia está por encima de su orgullo. Es sublime y
capta perfectamente la evolución y esencia del personaje a partir de la saga
de Boo, resultando así muy coherente y continuista con el final de la obra
de Toriyama.
Pero eso a Jiren no le importa, pues la fuerza es lo único que impera en
su cosmovisión, por encima de la confianza en los demás. Así, le asesta otro
golpe que casi lo saca fuera de la arena, de no ser por la fortuna que tiene al
quedarse enganchado con la bota en una roca. Y de nuevo, la familia emerge.
En este caso su mujer, Bulma, que como si de su espíritu se tratase (de
hecho, esta escena la llegó a doblar Hiromi Tsuru antes
de fallecer, multiplicando así el efecto de la escena), le alenta para que no
se rinda. Y así es como el saiyan se alza de nuevo, gracias al vínculo
apasionado por su familia, y logra lanzar un último Final Flash.
Nada. Simples cosquillas para Jiren, que se descubre entre la humareda
estoico, sin un rasguño. Vegeta no puede más este calvario, y cuando vuelve a
la carga recibe el puñetazo definitivo a manos de Jiren.
¡Akira Toriyama y la ley del mínimo esfuerzo!
Es el final para Vegeta en el Torneo del Poder, del cual se despide
entre lágrimas por no haber podido cumplir su promesa. No solo no ha podido
proteger a su familia, sino que tampoco ha mantenido su palabra para con Cabba.
Emociona, y mucho, contemplar esta escena y el sufrimiento del saiyan, más aún
cuando se acuerda de Kakarotto y le regala parte de su energía
vital.
Ya eliminado, Vegeta se
recupera en la grada gracias a una semilla senzu de Krilín. Por otro lado,
vemos a Goku recuperar sus fuerzas gracias a la última obra de Vegeta.
Contemplad cómo se yergue de nuevo el saiyan para afrontar la batalla
definitiva frente a Jiren. El arte es espectacular.
La energía vital de Vegeta
ha sido suficiente para que Goku pueda volver a transformarse en Super
Saiyan Blue, pero pronto comprobamos que no puede hacer nada contra Jiren,
como era de esperar. La lucha que se desarrolla cuerpo a cuerpo es bastante
interesante, algo que no veíamos desde hacía mucho tiempo, alejándose de los
rayos constantes de energía.
Sin embargo, Jiren lee el shunkanido de Goku y le propina un codazo que
lo estampa contra una montaña rocosa, devolviéndolo a su estado base. Pero eso
no es todo, el saiyan lo va a pasar de pesadilla.
Ahora que
Goku se encuentra de nuevo en las últimas, Jiren aprovecha para pegarle una de
las mayores palizas de su historia. Si tenéis la oportunidad de ver el episodio
en Crunchyroll, hacedlo, pues lo que sufre Goku no está escrito. Menuda
cadena de puñetazos tan severa (esto no lo veremos en Boing fijo). Os
dejamos con la paliza en una galería:
La mayor paliza de Jiren a Goku.
Pero entonces, cuando Jiren está a punto de asestar el golpe de gracia,
algo místico ocurre. Son Goku vuelve a romper su cascarón espiritual y
desencadena el Migatte no Gokui (Ultra Instinto), por
tercera vez en el Torneo del Poder, el poder inconmensurable que lleva
intentando dominar desde el ecuador del evento.
En cambio, esta vez parece que ha vuelto con mucha fuerza, pues le pega
un puñetazo a Jiren en la boca de su estómago que da miedo. ¡A eso se le llama
recibir tu propia medicina! Nunca antes habíamos visto esta expresión de dolor
en Jiren (¡y tiene pupilas!).
En definitiva, así finaliza el episodio, a tan solo dos minutos del
desenlace del Torneo del Poder. Goku Ultra Instinto frente a Jiren, los dos
prodigios del Dragon World. ¡Esto se acaba!
¡CURIOSIDADES!
1- Cuando Goku recupera parte de su energía gracias a Vegeta, el saiyan
nos deja un plano con su puño en alto que nos recuerda a la escena que
protagonizó en Namekfrente a Freezer. Ya sabéis que cada semana nos
gusta destacar algún que otro guiño a Dragon Ball Z, y hoy no podía
ser menos. ¡Allá va! ¿Qué Goku preferís?
2- En el avance del episodio también se ha mostrado, en versión anime, la forma definitiva de Goku Ultra Instinto.
El guerrero de pelo plateado por fin debutará en la serie con el episodio 129,
aunque tendremos que esperar al 4 de marzo para verlo, ya que el próximo
domingo no habrá emisión en Japón. ¡Vaya casualidad, toca esperar! Os dejamos
con las imponentes capturas:
¡Y con esto finalizamos esta semana llena de noticiones Dragon
Ball! ¿Qué os ha parecido el análisis y el episodio de esta semana? ¿Estáis
de acuerdo con la nota? ¡Nosotros volveremos con más entregas de la franquicia
próximamente! ¡Kai, Kai!